En México, el Día de Muertos se celebra de distintas maneras.
Pomuch es una comunidad de Campeche de no más de 9 mil habitantes en la península de Yucatán, famosa porque en su panteón los restos de los fallecidos se limpian los últimos días de Octubre para que estén presentables durante la celebración del Día de Muertos. Esta tradición es conocida como Choo Ba´ak (vestida de huesos).
Decenas de turistas nacionales y extranjeros llegan al camposanto para contemplar esta tradición de origen Maya.
De acuerdo a entrevistas, se menciona que la limpieza se realiza con simples instrumentos, como una brocha, pañuelos, y manteles. Se comenta que los restos al ser más recientes, más sucios están, sin embargo, mientras más años tengan, menos difícil será.
La tradición del día de muertos en Pomuch en específico, es la limpia de huesos, la cual es originaria y estudiada a base de la cultura maya, esto ha trascendido de generación en generación. Los mayas enterraban a sus muertos con sus todo lo que ellos tenían: jade, joyas, oro y todo lo que era pertenencia del difunto.
Esta tradición inspirada en la cultura maya lleva más de 150 años realizándose en Pomuch, los cuerpos de los fallecidos pasan al menos 3 años en tumbas, mientras se descomponen, antes de que los huesos sean llevados a los nichos. Para evitar que algún hueso se pierda, se colocan sobre un pequeño mantel bordado exclusivamente para la ocasión.
La muerte la tienen contemplada como su amiga, pero no es adorada o algo similar; Solo le dan el respeto que merece, ya que la muerte solo es un paso más de la vida: Nacer, crecer, reproducirse y morirse. Pero en este pueblo se tiene contemplado el ciclo de la vida de la cultura maya, que es regresar a su nuevo sitio, reencarnar nuevamente y pasar a la segunda vida.
El panteón es un lugar muy sagrado para los habitantes de este poblado, por lo mismo desde que llegas a él, en la entrada se tiene colocado las palabras de “Respeto y Silencio”
La noche del 1ro de noviembre, el panteón se encuentra completamente vacío, sin visitantes, flores, ofrendas, etc. En Pomuch la fiesta no es para los vivos, es para los muertos.
Al día siguiente, 2 de noviembre, se realiza una misa en honor a los difuntos que marca el fin de esta conmemoración.
A diferencia de la mayoría de panteones de México, donde la gente acude a festejar a sus difuntos con comida, alcohol, música de banda, etc. En Pomuch el respeto a la muerte crea una conexión física literalmente entre los vivos y los muertos, que rompe las barreras entre nuestro mundo y el más allá.
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