Connecticut.- En días pasado se corrió el rumor de que la muñeca Annabelle había desapareció misteriosamente de su vitrina sellada en el museo de los Warren, sin embargo, Chris McKinnell, nieto de la familia desmintió dicha noticia a través de un video.
El nieto de los Warren, Chris Mckinnell ya ha desmentido que Annabelle haya desaparecido. De nada. pic.twitter.com/NuXqeLITGc
— Carlos (@srfitch_) August 15, 2020
En el video McKinnell contó que: “Hay rumores por todo Internet de que Annabelle se ha escapado del museo y que está ahí fuera. Te prometo que esto no es cierto. Sabemos cómo cuidar a Annabelle. Se pone ocasionalmente en una caja de exhibición viajera para eventos especiales”.
“No se ha movido ni dañado a nadie desde 1975 y no tienes absolutamente nada de qué preocuparte”, aseguró.
McKinnell es director de la Fundación Warren Legacy, no reveló si sabe quien originó del rumor de que se había escapado la muñeca.
REVELAN PARADERO DE LA MUÑECA
Tony Spera, encargado del Museo Warren que custodia a la muñeca, dio a conocer un video en el que se encuentra justamente con ‘Annabelle’.
En las imágenes, se puede ver a Spera desmintiendo los rumores sobre la desaparición de ‘Annabelle’: «Estoy acá para decirte algo, no sé si querés escuchar esto o no, pero Annabelle no escapó. Annabelle está viva, bueno, no debería decir viva. Annabelle está acá, en toda su infame gloria».
«Ella nunca salió del museo. No fue a ninguna parte. Así que acá está. Dejemos de lado los rumores, chicos. Agradezco toda la preocupación. Me preocuparía si Annabelle realmente se fuera porque no tiene nada con qué jugar», dijo Tony.
*EL DATO
Ed y Lorraine Warren, investigadores estadounidenses de fenómenos paranormales que se hicieron conocidos a partir de los casos de magia negra que resolvieron.
ANNABELLE FUE UN REGALO
Annabelle fue un juguete Raggedy Ann obsequiado a una joven de nombre Donna en 1970. Tras recibir el regalo de su madre, la chica que vivía en un departamento mientras estudiaba enfermería y compartía habitación con otra joven llamada Angie.

Al principio Donna estaba muy feliz con su muñeca nueva, por lo que siempre la dejaba en su cama. Sin embargo, al poco tiempo ambas jóvenes notaron sucesos realmente extraños, desde encontrar a la muñeca en diferentes lugares o posiciones, hasta descubrir mensajes ocultos como «Me extrañaste?», «Ayúdanos» y «Salva a Lou”, este era el nombre del novio de Donna.
Al principio pensaba que alguien entraba a su casa para hacerles una broma de mal gusto por lo que contactaron a la Policía. Sin embargo, la situación, poco a poco se puso más tenebrosa. Un día Donna encontró a la muñeca en su cama con las manos empapadas en un líquido rojo que parecía ser sangre. Fue entonces cuando, cansadas de vivir estos extraños eventos, las chicas decidieron contactar una médium para que las ayudará, la cual les dijo que dentro de la muñeca estaba el espíritu de una pequeña llamada Annabelle Higgins, la cual había sido asesinada en el terreno donde se encontraba la propiedad.
La médium le dijo que solo se trataba de una niña que quería ser aceptada como una más, y las dos jóvenes, conmovidas, la aceptaron y comenzaron a llamarla Annabelle.
Tiempo después, Donna soñó que alguien la estrangulaba y al despertarse encontró a la muñeca al lado de su cama.
Otro misterioso suceso le paso a Lou, quien sintió una extraña presencia al quedarse solo con la muñeca en la habitación, recibió una herida en su pecho como si fueran garras que lo hicieron sangrar.
El sacerdote del pueblo, el Padre Cook, puso en contacto a Ed y Lorraine Warren con Donna, para que la ayudará con el extraño problema.
Finalmente Ed Warren determinó que en realidad la muñeca no estaba poseída por Annabelle, ya que los espíritus no pueden poseer objetos. Su teoría era que la pequeña estaba dominada por un demonio y que su verdadero objetivo era poseer a Donna, y que al aceptarlo en su casa habían cometido un grave error. Por ese motivo, el matrimonio decidió llevarse a la muñeca a su casa, donde siguieron ocurriendo otros sucesos sobrenaturales como encontrar a Annabelle en diferentes habitaciones.
Ed y Lorraine pidieron la ayuda del exorcista Jason Bradford, quien un día agarró la muñeca y la samarreó que ya no tenía poder y que debía abandonar el lugar.
Esa noche, Jason tuvo un accidente en la ruta, milagrosamente salvó su vida, su auto quedo totalmente destrozado. Desde entonces, los Warren conservan a Annabelle en una vitrina cerrada con llave y bautizada.

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