Nueva York.- “Es importante que el hombre sueñe, pero lo es igualmente el que pueda reírse de sus sueños”, Lin Yutang, escritor chino.
Cuando nos acostamos en la cama para dormir, disfrutamos de uno de los placeres imprescindibles de la vida, sin embargo no todo tenemos sueños maravillosos, algunos sufre terribles momentos, tal es el caso del fotógrafo neoyorkino Nicolas Bruno, a quien el dormir mal le ocurre casi a diario, pues padece: parálisis del sueño.
Este trastorno se da cuando una persona está consciente pero no puede moverse cuando apenas se queda dormido o esta a punto de despertar. La mayoría de las personas solo lo experimentan este padecimiento una o dos veces en la vida, sin embargo para Nicolas es más recurrente; la parálisis del sueño con episodios más intensos puede llegar a producir alucinaciones.
A los siete años, experimentó parálisis del sueño. Al llegar a la preparatoria, los episodios aparecieron cada noche. El fotógrafo no sabía lo que ocurría, por lo que cayó en la depresión, por lo que tomó la decisión de llevar un diario de sus sueños, fue cuando todo para él empezó a mejorar.
Bruno utilizó la fotografía como una manera de expresar lo que ocurre durante sus episodios nocturnos. Las fotos, en su mayoría autorretratos, él interpreta al protagonista y al villano, en roles angustiantes. Sus ojos suelen estar vendados mientras trata de liberarse o mantener todo bajo control; el escapar no es una opción.
La fotografías tienen una producción de gran valor, son una obra de arte, en ellas se puede sentir la angustia y la desesperación que vive Bruno.
Capitalizó un trastorno terrible en algo positivo y que además, podrías servir de terapia para quienes se sufre este padecimiento.
COMO INICIO EN LA FOTOGRAFÍA
Durante una entrevista, Bruno platicó que inicios en la fotografía fueron en espacios abandonados y decadencia urbana en blanco y negro. Después comenzó a experimentar al combinar el estudio de parálisis del sueño con el autorretrato.
EL EFECTO DE PARALISIS DE SUEÑO
Bruno relató que “en un episodio típico de parálisis del sueño me hará sentir angustiado y agotado, casi como si realmente hubiera vivido la experiencia que aparece en mi sueño. Durante el episodio, es imposible distinguir lo que es real y lo que no. Cuando aparece una figura entre las sombras y se para estoicamente al pie de mi cama, puedo sentir su presencia, energía negativa e incluso, su abrazo. Después de ser atormentado por el miedo mientras estoy paralizado, finalmente me despierto en pánico y hago lo posible por calmarme. Las horribles alucinaciones visuales y auditivas que experimento se repiten en mi cabeza durante todo el día”.
OTROS SE IDENTIFICAN CON ÉL
Para Nicolas ha sido increíble escuchar a personas de todo el mundo que sufren de parálisis del sueño. Reveló que para él es muy interesante conectar temas, personajes y escenarios recurrentes con estos soñadores.
Siempre es emocionante escuchar a alguien que puede analizar mis símbolos y brindar una interpretación exacta del tipo de escenario de sueño al que hice referencia. Ha sido útil tener un diálogo con múltiples pacientes sobre maneras de sobrellevar la situación, consejos y trucos sobre cómo combatir los sueños y encontrar formas de mantenerse positivo durante una situación tan estresante, contó Bruno.
UN DIARIO QUE LO INSPIRA
El proceso creativo de Nicolas es consultar lo que escribió en su diario de sueños para la creación del conceptos, diseños de personajes y el abordaje de las historias dentro de una serie.
Bruno describe como produce las complejas e increíbles fotografías:
Después de analizar el diario de mis sueños, encuentro un concepto sólido, para después crear un boceto final. A partir de ahí, iniciará a enumerar lo que requiere para la sesión. Nicolas construye sus accesorios y cose sus disfraces para cada fotografía, reutiliza la madera y los muebles viejos para crear algunos de los símbolos de su trabajo.
El tiempo preparar todo lo que necesita puede oscilar entre dos días a una semana.
“Una vez que el clima sea correcto, pondré mi equipo en mi camioneta y me iré a la locación. Arrastraré todo a las profundidades del bosque o al pantano y prepararé mi escena durante una hora o dos. Mi cámara está configurada sobre un tripié, e inicio un temporizador de intervalos que dispara el obturador cada tres o cinco segundos. Esto me permite modelar para la fotografía, mover accesorios, cambiar mis trajes y pintar la escena con una bomba de humo. Después de una hora de trabajo, empacaré y volveré a casa para editar. Dependiendo de la imagen, puede llevar entre dos y cinco horas completar una imagen compleja. Una vez que haya terminado, publicaré mi fotografía final en mi cuenta de Instagram”, relata Bruno.
Puedes ver sus increíbles fotografías en su cuenta de Instagram @nicolasbrunojewelry o en su página web www.nicolasbrunophotography.com
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